Aunque pueda parecer raro, investigadores italianos han demostrado en un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences que correr hacia atrás mejora el equilibrio y ayuda a que nos recuperemos antes de ciertas lesiones muy comunes entre deportistas.
El secreto está en que al correr hacia atrás necesitamos un 30% más de energía y golpeamos el suelo con más suavidad que si corriésemos hacia delante. Por este motivo, según afirman estos científicos, las lesiones de rodilla se minimizan.
Para aquellos que quieran aventurarse un poco más, existe un campeonato mundial de correr hacia atrás llamado "Retro Running" en el que pueden medir sus habilidades locomotrices con las de otros deportistas.
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