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E.T. cumple 30 años


El drama del pequeño extraterrestre E.T., perdido a su suerte en la Tierra y empeñado en telefonear a su casa, conmovió a millones de espectadores hace ahora ya 30 años, un tiempo en el que el filme se ha consolidado como la mejor película de alienígenas de la historia del cine.

"E.T.: The Extra-Terrestrial", su título final en inglés, se estrenó en Estados Unidos el 11 de junio de 1982, pocos días después de presentarse en el Festival de Cannes, entre el aplauso de crítica y público. La producción fue un éxito de taquilla y acaparó 9 nominaciones para los Oscar, entre ellas a mejor película y dirección para Steven Spielberg, así como guión, aunque terminó por imponerse en 4 categorías técnicas como la de mejor banda sonora por la inolvidable composición de John Williams.
Un final feliz para un tierno largometraje que había sido concebido en inicio como una cinta de terror a medio camino entre "Signs" y "Poltergeist" y que había sido bautizada como "Night Skies". En aquella primera versión, el inocente E.T., lejos de esconderse en armarios y huir de la policía en una cesta de bicicleta, aterrorizaba a una familia junto con eres de su especie extraviados en la Tierra. Su luminoso dedo, en vez de tener propiedades curativas, podía acabar con la vida de lo que tocaba.
Spielberg descartó esa idea mientras rodaba "Raiders of the Lost Arc" (1981) y optó por darle un tono más amistoso al encuentro con seres de otra galaxia, un enfoque que ya había tocado en "Close Encounters of the Third Kind" (1977).
El nuevo guión, que tuvo por nombre "E.T. and Me", fue rechazado por Columbia Pictures al considerar que no había un público para ese tipo de filmes, una decisión que luego lamentarían tras ver el partido que le sacó Universal Studios a la película, que es a día de hoy ocupa el puesto 35 entre las más taquilleras. El American Film Institute, en su lista de los 100 mejores largometrajes de Hollywood -que encabeza "Ciudadano Kane"-, sitúa a "E.T.: El Extraterrestre" en el 24, por detrás de "Las uvas de la ira" y por delante de cualquier película de encuentros con alienígenas.
Algo atípico en el rodaje fue que Spielberg optó por grabar las escenas de forma cronológica para ayudar en el proceso emocional a los niños protagonistas, entre los que estaba Drew Barrymore que apenas tenía 6 años, quienes iban implicándose cada vez más con el extraño visitante. Para dar vida al muñeco de E.T., cuyo rostro tomó como inspiración las caras de Albert Einstein y los escritores Ernest Hemingway y Carl Sandburg, se empleó expertos en el manejo de marionetas, así como varios actores enanos. Una de las curiosidades en torno a este filme fue su relación con la saga "Star Wars" fruto de la amistad entre Spielberg y George Lucas. Spielberg incluyó al icónico maestro jedi Yoda en la secuencia de Halloween de "E.T.: The Extra-Terrestrial" y Lucas le devolvió el gesto en 1999 en "Star Wars: Episode 1-The Phantom Menace" cuando se puede ver a un grupo de seres iguales que E.T. asistiendo en representación de su especie a una reunión del senado galáctico.
A pesar del gran resultado de filme, Spielberg reconoció que terminó por arrepentirse de algunos elementos que aparecen en la cinta original, como el hecho de que los niños fueran perseguidos por policías con escopetas.
En 2002, con motivo del 20 aniversario de la película, el director echó mano de las nuevas tecnologías para alterar los fotogramas y cambiar las armas por "walkie-talkies", una decisión muy criticada y que el propio Spielberg admitió el año pasado que fue desmesurada. "Me di cuenta de que lo que había hecho era robar a la gente que amaba ´E.T.´ sus recuerdos de E.T.´" comentó el cineasta. 
El español Joaquín Blázquez intentó llevar a juicio a Spielberg por plagio al considerar que E.T era una copia de su personaje Melvin, que creó en 1975, siete años antes que Carlop Rimbaldi dibujara el famoso extraterrestre para el cineasta que lo llevó al celuloide.


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