Fotografiar a un gorila a escasos metros siempre es una experiencia que no se olvida y que te pone la adrenalina por las nubes. Pero hay muy pocas personas en el mundo que puedan contar un suceso como el que le ocurrió a este turista. Y es que si ver a los gorilas de cerca ya impresiona imagina lo que debe ser que te acepten en su grupo.
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